Estado mexicano tiene una deuda histórica con los pueblos originarios: Frayba
La Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el 9 de agosto de cada año como el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. El objetivo de la conmemoración es fortalecer la cooperación internacional para sensibilizar sobre las características de la población, así como los retos que enfrentan en aspectos como derechos humanos, medio ambiente, desarrollo, educación y salud.
El Estado mexicano tiene una deuda histórica con los pueblos originarios, pues sigue sin reconocer de manera plena sus derechos colectivos, en medio de un racismo y discriminación estructural que activa diversas violencias en su contra, sostuvo el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
El Centro indicó que las políticas actuales del gobierno mexicano siguen su ruta hacia el control, explotación y mercantilización de los bienes naturales en territorios de los pueblos indígenas de México. Aunado a ello, se niega la diversidad de sistemas de vida que tienen “raíces profundas desde la cultura ancestral”.
El Frayba señaló que el gobierno actual a través de imposición busca el “desarrollo”, violando el derecho a la consulta previa, libre e informada, como sucede con el impulso de los proyectos del Plan Integral Morelos, Corredor Interoceánico y Tren Maya; símbolos de la colonización y exterminio contra los pueblos que resisten al sistema capitalista.
Además, la administración actual busca generar una política de asimilación e integración de los pueblos indígenas a través de un nuevo indigenismo, este tiene como elemento central el exterminio.
El Estado mexicano ha banalizado también su derecho a decidir sobre su territorio, subrayó el Centro de Derechos Humanos.
Las políticas implementadas en materia social, afirmó que generan un asistencialismo y dependencia que impactan la visión colectiva y formas de organización de los pueblos. En ese sentido, reconocieron los aportes de los procesos que se han construido a partir de los Acuerdos de San Andrés junto al ejercicio pleno de la autonomía, autodeterminación y resistencia.
Uno de estos aportes, es el que surgió el 9 de agosto de 2003, con el nacimiento de los Caracoles Zapatistas y las Junta de Buen Gobierno que impulsan el ejercicio de los derechos colectivos desde la organización de abajo, de los pueblos que avanzan en la liberación de la dependencia y control gubernamental.
Por ello, saludaron a los Pueblos Indígenas de México y el mundo que, desde sus diferentes formas de autonomía, autodeterminación y resistencia, persisten en la construcción de paz y vida digna. Pues, “hoy como nunca son nuestra brújula para la defensa de los derechos humanos”.
Un horizonte de justicia y bienestar
En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 17 de febrero de 1995, Adelfo Regino Montes, director general del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), informó que los Programas del Bienestar tienen como atención prioritaria a los pueblos indígenas y afromexicanos.
Durante la conferencia matutina, el titular del INPI afirmó que este gobierno pone en práctica el principio de que, “por el bien de todos, primero los pobres, los más humildes y olvidados; en especial, los pueblos indígenas”.
Así pues, precisó que de 2019 a la fecha se han invertido 339 mil 350 millones de pesos en los diferentes Programas del Bienestar. “Este es un dato muy importante de todo el recurso público que se está destinando a nuestros pueblos y comunidades”.
Regino Morales también informó que, en México, de los dos mil 500 municipios, en mil 103 hay presencia de población indígena y afromexicana, en donde se apoya a un total de cinco millones 617 mil 849 beneficiarios, lo que significa que en cada hogar indígena o afromexicano reciben en promedio tres apoyos.